26 julio 2012

WWF ¿World Wide Fraude? II



En 1975, la African Wildlife Leadership Foundation, creada por Russel Train, presidente del WWF de los EEUU, contrató a Ian Parker para que matara prácticmente a todos los elefantes de Ruanda, con el argumento que los ruandeses no podrían proteger simultáneamente a los gorilas de las montañas y a los elefantes, de modo que los elefantes tenían que morir. Una de las asistentes de la famosa experta en gorilas Diane Fossey denunció posteriormente que a los elefantes los mataron porque la tierra donde vivían era ideal para el cultivo del piretro, de donde se obtiene la piretrina, un insecticida natural «no contaminante».
Después de unos cuantos años se descubrióun sustituto sintético de la piretrina y la producción del piretro se acabó. Ya sin bosques, las laderas altas donde moraban los elefantes perdieron su capa vegetal por la erosión, mientras que los ríos se sedimentaron y seprovocaron inundaciones. Irónicamente, el Sr. Russell Train fue nombrado poco después jefe de la EPA, la Agencia de Protección del Ambiente, de los Estados Unidos! Dime con quien andas . . .
Bastante más reciente es la medalla que el WWF le otorgó en 1986 al ex combatiente rhodesiano Clem Coetze (entregada por las manos del director general del WWF, De- Haes) por haber supervisado una campaña en la que se mataron más de 44.000 elefantes en la república de Zimbabwe. Según el WWF esto era necesario “para proteger al ambiente”.
Cuando el WWF hizo sonar la alarma en 1989 - al declararlo el «Año del Elefante» - la ayuda que llevó a cabo fue de lo más curiosa: con los fondos obtenidos con dramáticas campañas “para salvar a Nell, el elefante”, el WWF montó un campamento para rescatar a los grandes animales, y al cual se llevóingentes cantidades de equipamiento paramilitar.
Ametralladoras, bazookas, cañones sin retroceso, granadas, fusiles de asalto…
El campamento estaba en la frontera con Ruanda, a pesar de que todos los elefantes de Uganda estaban en el Parque Murchison, a 1.600 km de allí. Pero fue desde la región del campamento del WWF que el Frente Patriótico Ruandés lanzó después su invasión contra Ruanda provocando una de las matanzas mas espantosas que haya conocido la humanidad. El infortunado rinoceronte negro también le debe al WWF gran parte de su casi estado de extinción.

El Rinoceronte También

En 1961, el WWF comenzó su "ayuda" con las 45.000 libras esterlinas recaudadas gracias a una campaña del Daily Mirror, que invitaba a contribuir para «salvar a Gertie, la rinoceronte adorablemente fea ». Sin embargo, el WWF no gastó prácticamente nada para salvar al rinoceronte en sus primeros 10 años de actuación y sólo patrocinó dos programas relacionados con Gertie en las dos primeras décadas. Pese a las ruidosas campañas publicitarias relacionadas con el rinoceronte, de los 110 millones de libras recaudadas hasta 1980, «para salvar al rinoceronte negro», el WWF sólo gastó 118.533 Francos Suizos en programas relacionados con el tema.
Mientras tanto, la población del rinoceronte había disminuido en un 95,5%. Y cuando finalmente el WWF se decidió a actuar, los rinocerontes murieron o, en el mejor de los casos, fueron enviados a zoológicos o, más a menudo, a granjas privadas. Hoy, prácticamente, no hay más rinocerontes negros en la selva del Africa.
El profesor Phillipson criticó muy duramente a los programas emprendidos por el WWF para "salvar" al rinoceronte. En 1965, un residente de Kenia le dio al WWF 36.300 Francos Suizos para trasladar a seis rinocerontes blancos desde Natal, Sudáfrica, hasta el Parque Natural de Meru, en Kenia, que según el informe del WWF de 1965-67 «se pensó que tenía el habitat natural correcto»
para esos animales.
«El proyecto» - escribió Phillipson - «estuvo mal concebido y era injustificable desde el punto de vista conservacionista; el rinoceronte blanco del sur nunca, al menos en épocas históricas, vivió en Kenia; más aún, no hay evidencia de que el rinoceronte blanco del norte haya recorrido jamás las tierras que ahora constituyen las 87.044 hectáreas del Parque Natural Meru. Se tiene que suponer que a mediados de los 60 el WWF era científicamente incompetente, o estaba hambriento de publicidad, o ansioso de conseguir dinero, o estaba indebidamente influenciado por gente de peso pero científicamente ingenua". Si el WWF no ha estado protegiendo de la extinción a ninguna especie animal, ¿en qué ha estado gastando sus cientos de millones de dólares? El examen de las Operaciones Stronghold (Ciudadela) y Lock (Cerrojo), otros dos programas lanzados con la excusa de «salvar al rinoceronte» ofrecen pistas reveladoras que permitirán ir armando al complicado rompecabezas que constituye el movimiento ecologista internacional.

La Operación Stronghold

Financiada con un millón de francos suizos, esta operación se suponía que estaba destinada a permitir que el Departamento de Parques Nacionales y Administración de la Vida Silvestre de Zimbabwe salvase a 700 rinocerontes negros del valle de Zambesi.
Glen Tatham, el jefe de los guardabosques hizo una gira por los EEUU anunciando que, con la ayuda del WWF, él y sus ayudantes, «nos iremos a la guerra» contra los cazadores furtivos que cruzaban la frontera desde Zambia.
El 10 de Mayo de 1988, Tatham y dos de sus ayudantes fueron procesados en Zimbabwe por asesinato. Se les acusó de haber atraído con engaños a varios cazadores ilegales; cuando llegaron al lugar convenido fueron fusilados en una emboscada, sin previo aviso de los guardabosques.
En un debate parlamentario se denunció que Tatham y su grupo había asesinado a 70 cazadores desde principios de 1987.
Presionado por Gran Bretaña, el parlamento de Zimbabwe se apresuró a votar una ley que les otorgó a los guardabosques inpunidad civil y penal por las muertes o heridas que causaren durante el cumplimiento de sus obligaciones. Diez parlamentarios se opusieron a esta ley argumentandoque «legalizaría al asesinato». Uno de los opositores, Mica Bhebe dijo: «Les estamos dando carta blanca para matar gente».
Las cifras oficiales muestran que, entre Julio de 1974 y Septiembre de 1991, fueron asesinados 145 "cazadores". La mayoría de los muertos en el valle de Zambesi fueron atacados desde un helicóptero del WWF, tripulado por personal al servicio del WWF. De la investigación surgieron serias dudas sobre si en realidad los ataques estaban dirigidos a cazadores armados. Según varios de los entrevistados por el equipo que filmó la película Ten Pence in the Panda, muchos de los muertos en realidad pertenecían al ala militar del Congreso Nacional Africano (CNA) que luchaban por erradicar al Apartheid de Sudáfrica, mientras su líder, Nelson Mandela cumplía una pena de 25 años de prisión. ¿Y qué hubo con los rinocerontes? Desde que en Febrero de 1987 se acordó poner en práctica la Operación Stronghold, la meta del WWF era «reubicar a los rinocerontes capturados en el valle a otras áreas más seguras». Drogados e inmovilizados, los animales se enviaron a granjas privadas en Zimbabwe y otras partes del África, a EEUU y Australia.
Dicho de otra forma, el WWF pagó a mercenarios para asesinar gente y poder destruir al último hato de rinocerontes negros que quedaba en el mundo. Las verdaderas razones se hicieron públicas muy poco después: el Fondo Monetario Internacional (FMI), que estaba entonces «reestructurando» a la economía de Zimbabwe, había ordenado la instalación de haciendas ganaderas en el valle de Zimbabwe - justo en la región habitada por los rinocerontes - para proveer carne a la Comunidad Económica Europea.
Después que los rinocerontes fueron dispersados por el mundo, escuadras de exterminadores ingresaron al valle y mataron multitud de elefantes y por lo menos 5000 búfalos, además de otros animales menores para hacerle espacio a la hacienda ganadera que quería el FMI.
En Julio de 1989, se exhibió al ganado en una feria en Bulawayo. Se descubrió entonces que los animales tenían fiebre aftosa, por lcual los europeos cancelaron sus contratos; Zimbabwe se quedó cargando a sus espaldas (la de sus pobrísimos habitantes) con una inmensa deuda con el FMI y sin los rinocerontes. Una película muy vista . . .

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