Vía David Icke
El pasado 20 de diciembre de 2012 una tragedia sacudió el pequeño poblado de Gouro, situado en el norte del Chad (África), según el periódico La Voix (La Voz). De los quinientos niños que recibieron la nueva vacuna contra la meningitis; denominada MenAfriVac, al menos 40 de ellos, de edades comprendidas entre los 7 y 18 años, han quedado paralíticos al tiempo que sufren alucinaciones y convulsiones.
Desde que se hizo pública esta información, los padres han denunciado otros daños en sus hijos. Las autoridades del lugar están transtornadas y algunos ciudadanos prendieron fuego a un vehículo de la administración sanitaria del país en protesta por su furia e indignación ante la negligencia gubernamental.